El cigarrillo es la causa más común de cáncer de pulmón. La mayor parte de los pacientes que consultan y tienen diagnóstico de cáncer de pulmón y son evaluados para una cirugía pulmonar resectiva, fueron o son fumadores. Existe la controversia de qué hacer con el paciente que es fumador al momento de tener que operarse. ¿Debe dejar de fumar antes de operarse?, si es así, ¿cuánto tiempo debe estar sin fumar para operarse? Estas son preguntas con las que nos enfrentamos habitualmente.

Lamentablemente no hay estudios categóricos que ofrezcan una respuesta definitiva a estas preguntas, pero sí hay algunas series de casos que nos orientan. Un trabajo es del año 2009 publicado en el ATS por el grupo de la Cleveland Clinic, presentado en el congreso del STS del mismo año y realizado en base a más de 7000 pacientes de la base de datos del STS. En este estudio se encuentra que los pacientes que fueron o son fumadores al momento de la cirugía pulmonar, tienen mayor mortalidad y complicaciones postoperatorias. Particularmente, la mortalidad fue un poco más alta en aquellos pacientes habían dejado de fumar entre 14 y 30 días antes de la cirugía pulmonar; incluso algo mayor que los que actualmente fumaban al momento de la cirugía (1.5 vs. 1.7%, respectivamente). Así mismo, sufrieron más complicaciones postoperatorias los pacientes fumadores que en los que nunca habían fumado. A mayor cantidad de semanas de no fumar, menor la cantidad de complicaciones, aunque no se encontró una cantidad de semanas a partir del cual disminuyan las complicaciones de manera categórica.
Otro estudio de Japón del año 2008 publicado en el ICVTS no encontró que haya alguna diferencia en complicaciones o mortalidad en aquellos pacientes que fumaban actualmente o habían dejado de fumar recientemente antes de la cirugía pulmonar. Similares fueron los resultados publicados en la revista Lung Cancer por el grupo de la Universidad de Minnesota.
El fumar deteriora la función pulmonar; el deterioro de la función pulmonar medida por FEV1 o DLCO se asocia a complicaciones pulmonares. El dejar de fumar no mejora de manera inmediata estos valores; el paso del tiempo sin exposición al cigarrillo mejora estos valores: cuanto más prolongado es el tiempo de no exposición al tabaco mejor. No está claro cuál es el lapso ideal de tiempo sin exposición al cigarrillo a partir del cual las complicaciones postoperatorias y la mortalidad comienzan a disminuir.
Otro punto a tener en cuenta es que estos estudios toman la información del hábito tabáquico que brinda el paciente y esta información puede no ser exacta, introduciendo un sesgo importante a la hora de obtener los resultados.
Mi opinión personal es que si el paciente que requiere una cirugía pulmonar está fumado, sería mejor que deje de fumar. Se le debe explicar que el fumar se asocia a mayores complicaciones y mortalidad postoperatoria en comparación con los pacientes que nunca fumaron. Sin embargo, se debe entender que enfrentarse al diagnóstico de una enfermedad maligna y al stress quirúrgico, son factores que juegan muy en contra para que el paciente deje de fumar. Por esto, aunque el paciente sea fumador actual, no considero que este sea un motivo válido para posponer una cirugía.
Si bien es importante en todos los pacientes, particularmente en aquellas personas fumadoras y con función pulmonar deteriorada, la movilización precoz, la kinesiología respiratoria, el control del dolor, el uso de incentivadores de la inspiración y los parches de nicotina, son aliados invaluables a la hora de evitar complicaciones.
¿Qué recomendaciones tienen ustedes para pacientes fumadores que tienen que realizarse una cirugía pulmonar?