Nódulo Pulmonar ¿qué es?

Un nódulo pulmonar es una masa redondeada de tejido sólido en el pulmón, de hasta 3 cm de diámetro. También se lo llama nódulo pulmonar solitario para destacar que está solo, rodeado de pulmón sano, sin ganglios linfáticos inflamados o sospechosos cerca. Es un hallazgo radiológico, es decir, se detecta en una radiografía de tórax o, más comúnmente, en una tomografía computada de tórax. Encontrar un nódulo es una de las razones más frecuentes por las que los pacientes consultan a un cirujano torácico. La mayoría de las veces, es un hallazgo incidental, ya que rara vez produce síntomas.

¿Por qué aparece un nódulo pulmonar?

Un nódulo puede tener varias causas. Puede deberse a infecciones, inflamación, tumores pulmonares benignos o, en algunos casos, cáncer de pulmón. Es importante saber que la gran mayoría de los nódulos, especialmente los pequeños y en personas no fumadoras, son benignos y no requieren tratamiento. Sin embargo, un nódulo puede ser una señal temprana de cáncer de pulmón, por lo que es clave estudiarlo. Factores como no haber fumado nunca o ser joven reducen la probabilidad de que sea maligno. Por el contrario, la edad avanzada, el tabaquismo, antecedentes familiares de cáncer de pulmón o exposición a sustancias como el asbesto aumentan el riesgo.

¿Cómo se estudia un nódulo pulmonar?

Cuando se encuentra un nódulo, su médico le preguntará si fuma, si ha tenido cáncer u otras enfermedades pulmonares, como EPOC. También evaluará las características del nódulo en la tomografía computada: su tamaño, forma, bordes, ubicación en el pulmón y si contiene calcio. Estos datos, junto con sus antecedentes, ayudarán a determinar qué tan probable es que el nódulo sea cáncer.

Dependiendo de esta probabilidad, su médico le propondrá:

  • Seguimiento: La mayoría de los nódulos tienen bajo riesgo de ser malignos. En estos casos, se controlan con tomografías cada 6 a 12 meses para verificar si crecen o cambian. Estas tomografías rara vez se repiten antes de los 3 meses.
  • Cirugía: Si el nódulo tiene alta probabilidad de ser cáncer, la cirugía para extraerlo suele ser la mejor opción. Antes, se realizarán estudios adicionales para completar la evaluación.
  • Estudios adicionales: Para nódulos con riesgo intermedio, se pueden recomendar pruebas como:
    • Broncofibroscopía: Es un procedimiento bajo anestesia donde se usa un tubo flexible con una cámara (broncoscopio) para inspeccionar la tráquea y los bronquios. Permite tomar biopsias del nódulo, especialmente si está en la parte central del pulmón. Es seguro y tiene pocas complicaciones.
    • Punción del nódulo: Se realiza insertando una aguja fina en el nódulo a través de la piel, guiada por tomografía. Es útil para nódulos cercanos a la superficie del pulmón.
    • PET (Tomografía por Emisión de Positrones): Es una tomografía no invasiva que usa una solución de glucosa inyectada por vía intravenosa para detectar si el nódulo es metabólicamente activo. Los nódulos que captan glucosa son más sospechosos, pero esto no confirma cáncer, ya que infecciones o inflamaciones también pueden captarla. Si el PET muestra alta actividad, es probable que se recomiende una biopsia.

¿Qué síntomas produce un nódulo pulmonar?

Por lo general, un nódulo no causa síntomas. Como mide hasta 3 cm, es demasiado pequeño para notarse. En casos raros, un nódulo cerca de la pleura (la capa que cubre el interior de las costillas) puede causar dolor torácico. Otros podrían provocar sangrado leve, visible al toser (hemoptisis), pero esto es poco común.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?

Si el nódulo tiene alta probabilidad de ser cáncer, o si los estudios confirman malignidad, la cirugía es el tratamiento principal. En algunos casos, si el paciente no puede operarse, se consideran alternativas como radioterapia de alta precisión. Su médico discutirá qué opción es mejor según su caso.

¿Cómo es la cirugía para un nódulo pulmonar?

La cirugía se realiza con anestesia general, por lo que usted no sentirá nada. Antes, se hará una evaluación prequirúrgica con análisis de sangre, un examen cardiológico y una espirometría (una prueba sencilla que mide cómo funcionan sus pulmones). La cirugía es muy segura en personas sanas, con una baja tasa de complicaciones.

Hay dos formas de realizarla:

  • Cirugía convencional: Se hace una incisión entre las costillas para buscar y extraer el nódulo palpando el pulmón.
  • Cirugía videotoracoscópica: Usa pequeñas incisiones y una cámara para visualizar el pulmón en una pantalla. Es menos invasiva, permite una recuperación más rápida, pero la palpación del pulmón es limitada.

Usted y su cirujano discutirán cuál es la mejor técnica según el tamaño y la ubicación del nódulo. El objetivo es extraer el nódulo con un margen de pulmón sano alrededor. En algunos casos, durante la cirugía se realiza un análisis microscópico rápido (estudio por congelación) para determinar si el nódulo es maligno y decidir si se necesita extraer más tejido.

Después de la cirugía, se coloca un tubo de drenaje en el tórax por unos días. Recibirá medicamentos para el dolor y permanecerá en el hospital entre 2 y 7 días, dependiendo del tipo de cirugía. Para una buena recuperación, se recomienda evitar esfuerzos físicos durante 4 semanas.

¿Cómo es la recuperación?

La recuperación suele ser rápida, especialmente con la cirugía videotoracoscópica. Podrá levantarse y moverse poco después de la operación. El dolor torácico o en las incisiones es normal y se controla con analgésicos. A las pocas semanas, podrá retomar sus actividades habituales, pero evite deportes o esfuerzos intensos hasta que su médico lo autorice.

¿Cuáles son los riesgos?

La cirugía es segura, pero como todo procedimiento, tiene riesgos, como infecciones, sangrado o, en raros casos, problemas respiratorios. Su cirujano le explicará estos riesgos según su salud general. En el caso de nódulos benignos, el seguimiento suele ser suficiente, evitando la necesidad de cirugía.

¿Cómo afecta emocionalmente un nódulo pulmonar?

Encontrar un nódulo puede generar mucha ansiedad, especialmente por el miedo al cáncer. Es normal sentirse preocupado, pero recuerde que la mayoría de los nódulos son benignos. Hablar abiertamente con su médico sobre sus temores o buscar apoyo emocional puede ayudarlo a manejar la incertidumbre.

¿Qué hacer ahora?

Si le han encontrado un nódulo pulmonar, no se alarme: la mayoría no son cancerosos y muchos solo requieren seguimiento. Comparta sus preocupaciones con su médico, ya que su opinión es clave para decidir los próximos pasos. Algunas personas prefieren pruebas adicionales o incluso cirugía para mayor tranquilidad, aunque el riesgo sea bajo. Cada caso es único, y su médico le explicará los beneficios y riesgos de cada opción para que tomen la mejor decisión juntos.

Si bien la información presentada trata de ser precisa, de ninguna manera reemplaza la opinión de un médico especialista.

Scroll to Top